Dicen las malas lenguas, que cuando la bruja de Amboto abandona su cueva, cubre la peña con una espesa capa de niebla, de manera que cuando vemos la peña de Amboto cubierta con un elegante sombrero, ya sabemos que ella no está en casa.
Lo que yo no podía imaginar, es que en sus salidas se dedicara a deslizarse por la nieve con su escoba !me he quedado helado!
viernes, 15 de enero de 2010
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