Como
casi todos los días, esta mañana tenía la intención de dedicarme a las tareas
agrícolas pendientes, pero después de regar las flores que es mi primera acción
del día, ha salido mi vena artística y me he dedicado a la jardinería el resto
de la mañana, comparando con mis sudores habituales el de hoy ha sido un
autentico “camino de rosas”
Después
de recibir alguna clase sobre el cuidado de los rosales, al final de enero
(cuando empieza a alargar el día) me dedique a la poda de los rosales que había
entonces y con los esquejes, volví a plantar unos cuantos más. Con el invierno
y la primavera que hemos tenido, algunos se han perdido, pero la mayoría ha
empezado, por fin a dar flores.