De vez en cuando me gusta subir a un monte situado encima de mi casa y registrar las novedades paisajísticas y urbanas que se hayan producido desde la vez anterior. Esta vez fue el día de Navidad, que este año amaneció muy frío y con una densa niebla que no se levantó hasta bien entrada la mañana.
La iglesia que se ve entre brumas es la de Bedoña.