Estos primeros días de otoño están resultando espectaculares, de manera que se me hacía difícil quedarme en casa esta tarde, seguramente afectado por la "fiebre del hongo" epidemia que se desencadena en el mes de Octubre y que es una enfermedad crónica (no se cura) y produce adicción.
Los resultados han sido escasos, pero la satisfacción después de uno de estos paseos vespertinos siempre es grande.
miércoles, 3 de octubre de 2012
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